Ligamentos y tendones
Los ligamentos y los tendones sirven como estructuras estabilizadoras conectivas y de apoyo de los huesos. Un ligamento es un tejido conectivo fibroso que une hueso con hueso y sirve para mantener unidas las estructuras con el fin de mantener la estabilidad. Los ligamentos estabilizan los músculos y los huesos, fortalecen las articulaciones y evitan que las articulaciones se tuerzan y posiblemente se disloquen. Los ligamentos también aseguran que los órganos permanezcan en su lugar y conectan dos o más órganos. Por ejemplo, el hígado, el intestino y el estómago se mantienen en su lugar mediante ligamentos en la cavidad abdominal. Estos ligamentos contienen estructuras sensibles como vasos sanguíneos y conductos de glándulas que los atraviesan. Los tendones son tejido conectivo fibroso que conecta el músculo con el hueso. Los tendones están hechos de fibras de colágeno sólidas con alta resistencia al desgarro pero no son muy elásticos. El propósito de un tendón es ayudar al hueso o estructura a moverse y prevenir lesiones musculares al absorber algunos de los impactos que reciben los músculos durante la actividad física. La Medicina Tradicional China (MTC) cree que el hígado gobierna y gobierna los tendones, incluidos los ligamentos y los tendones. Sin embargo, también se cree que los riñones gobiernan los huesos, lo que prevalece en una interpretación más moderna de que también gobiernan los tendones porque unen el músculo al hueso.
